Revisar una y mil veces
Las fuentes con las que trabaja un redactor marcan el estilo de sus noticias, reportajes, artículos...
En "El precio de la verdad" cada periodista busca su tema y lo pone en común con el resto de la plantilla, si el director da el visto bueno el redactor empieza a trabajarlo, para ello cada periodista tira de sus propias fuentes (institucionales, anónimas, confidenciales, espontáneas).
Si nos centramos en las supuestas fuentes, y digo supuestas ya que son inventadas, con las que trabaja el protagonista, son fuentes espontáneas, por casulidad se "tropieza" con un tema de actualidad que casualmente resulta ser también entretenido y divertido.
Cada periodista tiene sus propias fuentes, su agenda, y antes de escribir algo debe de haberlo contrastado perfectamente porque quizá te estén "tomando el pelo".
Pero esta película muestra otro punto de vista, el problema está en la confianza que el director y los compañeros depositan en Stephen Glass, nadie revisa las fuentes antes de publicar sus artículos, de modo que se se están publicando hechos falsos y nadie se da cuenta, hasta que una revista de la competencia se les adelanta y descubre que algunas de las noticias publicadas en The New Republic son inventadas.
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