Lusiblog

En este blog se podrán encontrar las prácticas realizadas en la asignatura de Producción Periodística a lo largo del curso 06'07

11 diciembre 2006

Periodismo al margen de la administración

En este capítulo de Elementos del Periodismo se habla de la metáfora del cortafuegos. El cortafuegos es una barrera que separa a los periodistas del resto de miembros que forman la empresa, administrativos, empresarios… pero ¿hasta que punto es bueno que los periodistas se encuentren al margen de los acuerdos económicos? O dicho de otra forma, ¿es piadoso que vivan en una especie de burbuja?
En base a esta teoría los profesionales del periodismo escriben sus artículos, o graban sus reportajes, creyendo que gozan de libertad, cuando realmente no saben que detrás de ellos se esconden una serie de estrategias con un fin puramente económico. Esto hace desconfiar al público, ya no se puede saber si detrás de un artículo adulador hay un interés oculto.
Por tanto el compromiso del periodista para con el ciudadano de ofrecerle una información veraz se ve truncado, y si la base sobre la que se debe sustentar el periodismo se tambalea ¿qué nos queda?.
La respuesta es establecer ciertos principios para impedir que el buen periodismo desaparezca, tales como el compromiso con el ciudadano o que los periosdistas tengan la última palabra respecto a las noticias que ellos ofrecen.

09 diciembre 2006

El público desconfía del “negocio” de los medios

Nadie pone en duda que la labor de los periodistas es informar, contar hechos reales, para ello se parte de la base de que el periodista no miente, de que le debe lealtad al lector-oyente-espectador ya que éste deposita en los medios de comunicación su confianza. Pero hemos llegado a un punto en el que no se diferencia con claridad cuando un periodista trabaja para su público y cuando lo hace para la empresa, cuesta trabajo saber si lo que se está leyendo o escuchando no tiene tras de sí unos intereses disfrazados de noticia o reportaje.
Los ciudadanos comienzan a desconfiar de lo que leen, ven y oyen porque, en demasiadas ocasiones, la información se trata como un producto destinado a obtener el mayor beneficio posible.
La calidad se queda en el olvido dando paso a la rentabilidad. Se deja a un lado lo que realmente interesa al público para dar cabida a lo que a la empresa de comunicación le interesa. La noticia, entendida como producto, se vende al mejor postor y éste pocas veces es el lector.
Se está perdiendo uno de los valores básicos del periodismo: la lealtad al lector, no se le puede poner tabas al trabajo de un periodista.
Generalmente los periodistas tienen muy claro que trabajan para un público que confía en ellos, pero las empresas están cegadas por los beneficios. El poder del dinero puede con casi todo.