Una vuelta al pasado
El otro día asistimos a algo que hacía muchos años que ya no pasaba en este país: la censura de un programa televisivo.
La cadena pública Televisión Española prohibía la retransmisión de una entrevista. No hace falta recordar que vivimos en un estado democrático en el que la libertad de expresión debe estar a la orden del día.
José María García era entrevistado por Jesús Quintero en El loco de la colina y por motivos que a día de hoy aún se desconocen, la entrevista no se emitió. Algo un poco absurdo, ya que unas horas después El Mundo la tenía colgada en su edición digital y toda persona interesada podía ver sin trabas el contenido de la entrevista. Y más absurdo todavía si vemos el contenido de la misma, porque no hay nada tan grave que merezca ser censurado.
Muchas fueron las especulaciones sobre las barbaridades que García podía haber dicho durante el encuentro mantenido en el programa de TVE, pero luego toda especulación fue demasiado lejos, ya que no dijo nada que no hubiera dicho ya.
Es más a lo largo de su intervención no insulta a nadie y no dice nada peor que lo que se puede escuchar en cualquier programa de sobremesa de cualquier cadena de televisión privada.
Todo esto hace pensar que la censura sólo ha sido una estrategia para dar publicidad a la entrevista y crear una expectación, que quizá si se hubiera emitido desde el principio, no hubiera tenido.
José María García era entrevistado por Jesús Quintero en El loco de la colina y por motivos que a día de hoy aún se desconocen, la entrevista no se emitió. Algo un poco absurdo, ya que unas horas después El Mundo la tenía colgada en su edición digital y toda persona interesada podía ver sin trabas el contenido de la entrevista. Y más absurdo todavía si vemos el contenido de la misma, porque no hay nada tan grave que merezca ser censurado.
Muchas fueron las especulaciones sobre las barbaridades que García podía haber dicho durante el encuentro mantenido en el programa de TVE, pero luego toda especulación fue demasiado lejos, ya que no dijo nada que no hubiera dicho ya.
Es más a lo largo de su intervención no insulta a nadie y no dice nada peor que lo que se puede escuchar en cualquier programa de sobremesa de cualquier cadena de televisión privada.
Todo esto hace pensar que la censura sólo ha sido una estrategia para dar publicidad a la entrevista y crear una expectación, que quizá si se hubiera emitido desde el principio, no hubiera tenido.